Historia corta: lo que necesitas está al otro lado de la línea
Algo bello para leer y una continuación sobre cómo “atrapar la musa de la inspiración” con una rutina creativa. .
Feliz Sábado
Gracias por tomar estos minutos para Escribir en voz Alta. Estoy bien contenta con los resultados de la encuesta sobre qué contenido quisieras recibir aquí. Los dos resultados más populares fueron: Opinión y Algo bello para leer. Me alegra porque siento que como escritora siempre he tenido esa dicotomía de una voz periodística / una voz que exalta lo bello, así que estamos de acuerdo en algo: voy a ejercitar ambas.
Hoy te comparto: Algo bello para leer y una continuación sobre cómo me ha ido “atrapando la musa de la inspiración” con una rutina creativa. La próxima semana vamos con opinión.
No es ser árbol, es ser semilla.
Una mañana me quedé viendo las ramas gigantes de un árbol cubierto de musgo, aquí en Georgia, mientras hablaba por teléfono con Charly.
—Es que yo ya no sé donde es mi casa ni para donde tengo que ir —Le dije, mientras me abaniqué con la mano —Es como que no sé dónde debo estar, ni dónde está mi gente ni qué es lo que debería hacer.
Charly ha sido mi mejor amigo desde hace más de 20 años. Siempre que charlamos es así, muy trascendental. A veces yo hablo con él y siento que estoy hablando con un oráculo.
—Para encontrar gente que lo acompañe a uno, hay que comenzar el camino - paré en la sombra y subí el volumen para escuchar bien —Uno en la vida sabe a qué tiene que enfrentarse. Si a lo que voy es a encontrar mi voz, a eso debo seguir. Tú siempre has tenido tu llamado, desde que lo sentiste por primera vez. Esa experiencia siempre se replica y yo creo que el mundo es mucho más grande de lo que conoces ahora. Yo siento que hay espacios que ya dejaron de ser para ti y eso está bien. Hay que ser valiente. Aveces uno cree que ese lugar donde uno está es donde es, pero el llamado tal vez es en otra tierra.
Miré hacia arriba siguiendo cada hilo de musgo y cada rama del árbol. Seguí escuchando:
—Uno aprende que en el llamado, lo más importante es la semilla y no la tierra. Y no importa que antes querías ser una cosa y ahora eres otra porque todo lo que uno siembra va a dar frutos diferentes, no somos una sola cosa. Uno va a caminar toda la vida, siempre llevando su semilla. Toda la vida uno va cultivando. Y yo aveces dudo también, pero la fuerza que todos los días me levanta de la cama está en mi convicción en Dios, en saber que mi futuro está asegurado en él. A ti lo que siempre te ha llevado adelante es la semilla. Es esa voz única. Tú has cambiado de tierra. Sembraste aquí y luego te fuiste a sembrar a otra tierra, pero ahí no para. Hay que tomar las decisiones desde el amor y no desde el miedo. Hay que ser valiente.
Agarré el teléfono con fuerza y comencé a caminar de regreso a la casa. Charly dijo:
—El verdadero amor es más grande que el miedo.
Atrapando la musa de la inspiración
Vengo batallando un buen tiempo por escribir cosas que se ajusten a lo que a mi me parece bello. Durante mucho tiempo (más de el que debería) yo pensaba que tenía que exponerme a distintas personas, ambientes y experiencias hasta que de repente, en un momento místico-mágico la musa de la inspiración ¡tas! iba a llegar a mi haciendome escribir. La verdad es que eso pocas veces pasa.
La lucha verdadera de escribir lo mío es convertirlo en un hábito. Para eso es que mantengo frases motivacionales y leo libros sobre “El poder del cuándo”. Para ver cuándo será ese cuando y esa hermosa mañana en que escribir se vuelva mi mayor hábito.
En la primera entrega de este newsletter les hablé de los cronotipos y de cómo la idea de “no se trata del qué sino del cuándo” me cambió por completo la forma de vivir mi rutina. Hoy te voy a contar cómo me ha ido integrando la primera parte de la rutina ideal y qué debería funcionar para ti cada mañana.
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