Un año de escritura. Aquí está lo que aprendí.
De esto se trató el viaje creativo de escribir una serie de podcast narrativo.
¡Hola!
Los últimos días de Diciembre son como un largo fin de semana. Ese es el mejor momento para leer Escribir en Voz Alta. Estamos en una época de propósitos, de cierre de proyectos y de balances del año.
Hoy, en Diciembre de 2024 puedo decir que escribí mi serie, la lancé, la presenté en persona en España y México y de manera virtual en dos encuentros. Estoy agradecida. Llevé con mi equipo el proyecto a cinco medios de habla hispana y conocí a mi audiencia. Hice real lo que antes era un proyecto aplazado. Ya quiero que escuches los dos episodios que faltan de Juventud Maldito Vacío que lanzaremos en Enero.
Es hermoso ver las fotos y decir “lo hicimos”. Pero hablo poco de que significó hacerlo realidad. Por eso, quiero dejar aquí escrito de qué se trató el viaje. Por ti, por mi, por cualquier persona que quiera lanzarse a escribir un proyecto de memoria personal.
Porque traer al mundo una serie se siente como sembrar, cultivar y cosechar: así viví mi año de escritura.
Antes de comenzar:
Un agradecimiento gigante a mis suscriptor@s pagos. Su aporte fue una contribución directa a mi ejercicio creativo y a la creación, producción y distribución de este newsletter.
⛰️Siembra. Diciembre a Febrero
Todo acto creativo comienza en la oscuridad. Ahí reposaba esta serie, en borradores, manuscritos y audios desordenados dentro de una carpeta amarilla y plástica en el oscuro fondo de mi armario. Oscuro, como las largas noches de invierno en Houston, cuando me levanté a media noche a escribir con la pulsión de que ya había llegado el momento y que tenía que traer este proyecto del fondo de mi memoria a la luz del papel en blanco.
Entonces escribí en mi laptop sin saber muy bien cuál era el camino, escribía con afán, como si tuviera que tomar un tren que parte ahora mismo. De ahí salieron varios textos que hablan de cómo me imaginaba la serie, cómo quería que sonara, por qué me interesaba ese tema y muchas otras ideas regadas. Ningún guión completo, solo páginas a la mitad. Ya había comenzado así varias veces. Pero este Enero hice algo diferente.
Organicé un terreno para el proyecto (carpetas, grabaciones etiquetadas, un calendario y un proceso) y una lista de pasos para ejecutar todas mis ideas. Creo que cuando tienes un proyecto soñado es dificil comenzarlo porque quieres hacer todo y a la vez no sabes ni como explicarlo. Mi instinto fue pedirle a mi colega María Cuestas que me entrevistara y a María Linares que nos dejara grabar la conversación en Fiona Records.
—Entrevistame como si este fuera otro podcast de entrevista y dime si tengo material suficiente para armar una serie.
Hablé por 3 horas y se sintieron como cinco minutos. Destrabé mi historia. Luego transcribí toda la entrevista y por primera vez vi en perspectiva mis motivaciones y el proyecto. Era sobre pasar de joven a adulto, sobre unas grandes etapas que yo creo que todo el mundo atraviesa. Armé un primer outline de la serie con María.
Durante los días siguientes grabé también entrevistas de apoyo, paisajes sonoros y conversaciones. El ejercicio importante de esta etapa de siembra fue comenzar a vocalizar lo que quería hacer: en las llamadas a fuentes, en mis primeras conversaciones con el equipo, ahí comencé a creer en el proyecto, a literalmente ponerlo en palabras.
Una herramienta que me ayudó: Las páginas matutinas.
Algo que aprendí del “Camino del Artista” de Julia Cameron. Cada día al despertarme, escribí tres páginas sobre lo que sea que tuviera en la cabeza. Julia lo llama “descansar sobre la página”. Cuando te despiertas, tu cerebro no está todavía en modo alerta, lo que significa que tu yo que te juzga y que sobreanaliza tampoco ha despertado. Entonces escribes cosas que tu subsconsciente acaba de elaborar. Mi diario se volvió un compostaje de ideas, de estructuras de historias. Entendí que lo que me interesaba era la intersección entre una historia personal y el momento social con el que crecí.
El aprendizaje:
Al inicio de todo proyecto creativo debe haber un gran ejercicio de intención. ¿Qué estoy sembrando y qué quiero cosechar? Debe haber una estructura para ordenar el material creativo y compromiso, no con el resultado final, sino con el proceso para lograrlo.
Yo quería una serie narrativa que expandiera mis habilidades como escritora.
🌱Germinación. Marzo a Mayo.
Volví a Houston con mucho material en audio, el outline de la serie y los títulos de cada episodio. Sabía que el primero era sobre las malas decisiones. Pero había un problema: yo no quería ser protagonista.
Sembrada en el periodismo, probé escribir el primer episo como un reportaje donde mezclaba la historia de un personaje con mi historia. Salió muy aburrido. Probé hacerlo solo con la voz de mi entrevistada… era muy confuso. Regresaba a los primeros borradores y no me hacían sentido. En mi mente, iba a escribir como una ermitaña desde mi escritorio y lo iba a tener listo en dos semanas. Nada concreto salió de eso.
Me frustré, claro. Hasta que lo hablé en una videollamada con Laura Hernández y ella me dijo lo evidente:
—Tienes que definir si la historia se trata de ti o de los demás y tienes que aceptar que trabajas mejor en equipo. Si tu quieres, yo puedo ser tu productora o editar tus guiones.
Y claro, acepté. Esa llamada cambió el curso de mi proceso creativo. Hice dos versiones más: una en formato “ensayo” y otra en formato “narrativo” (supongamos que soy la protagonista). Se lo mostré a Laura y a Maru Lombardo. Ambas coincidieron en que el formato narrativo era el indicado porque en mi voz y mi historia podía ir al fondo emocional de la juventud y se entendía por qué me interesaba tanto el tema.
Al mismo tiempo, hice una sesión de conceptualización con Nilsson. En un tablero tratamos la serie como si fuera un proyecto de animación o una película. ¿Qué quería decir y cómo quería decirlo? Ahí nació la estética visual y sonora del proyecto. Luego Laura y yo le pusimos un calendario, unas fechas y un formato: memoria.
Una herramienta que me ayudó: Los post-its de toda la vida.
No me canso de decirlo pero, ver el material y poderlo reordenar en físico siempre me hace sentir que puedo gobernarlo. Cambiar de colores me ayuda a dar jerarquía. Y mi tablero de siempre me ayuda a prototipar de forma rápida.
Así saqué los primeros guiones: Ep 01 y Ep 04. Primero el piloto y luego el episodio que se sentía más fácil de escribir para mí. Estaba entendiendo cómo iba a sosterner la voz narrativa a lo largo de la serie. A diferencia de otras series que he escrito, el proceso de esta fue desordenado y experimental. Ahora que lo pienso, evité activamente escribir el episodio 2, sabía que iba a pedir mucho de mí.
El aprendizaje:
Prototipar de muchas formas fue necesario porque durante mucho tiempo solo tenía ideas sobre cómo contaría la historia pero hasta este momento fue que vi esas ideas ejecutadas y me di cuenta que que no cumplían la misión. Al final de esta etapa decidí usar mi historia personal como un dispositivo para desarrollar el concepto. Supe que esta era la única forma correcta para mí.
Para Abril de 2024 el trabajo solitario de escribir todos los días me reveló no solo el tono y el formato de Juventud Maldito Vacío, sino que me dió el coraje de armar un equipo para elevar la producción del audio y del acompañamiento visual. Llegó el refuerzo de Nilsson, Sebastián, Daniel, Juan David y Laura Correal. Comencé a escribir con la motivación de darles una historia bella para trabajar. Justo en ese momento tuve la gracia de recibir apoyo del otro lado del océano.
🌻Floración. Festival Estación Podcast 2024.
Aquí va este regalo de fin de año 🎁. En vivo, desde el Círculo de Bellas Artes en Madrid, aquí está mi presentación de Juventud Maldito Vacío y la gran apuesta detrás de él: un podcast conceptual en sonido envolvente (Dolby Atmos), ilustraciones, música original y animaciones. Soñamos en grande.
En este live puedes conocer más sobre el proceso de conceptualización de este pódcast. Significa para mi el momento en que mi querido proyecto asomó a la luz pública por primera vez, volviendo todas mis dudas en afirmaciones. En el video también está Laura presentándome, uno de los mejores momentos del año. Aprendí algo en esa floración: por más ambicioso que lo pensara, estaba lista para traerlo a la realidad.
El aprendizaje:
Si quieres lanzar un proyecto en habla hispana para una audiencia internacional, hay dos momentos clave para hacerlo: justo antes del verano (Mayo-Junio) o en el otoño (Septiembre - Octubre). En el primer momento le apuntas a que quienes salen de vacaciones se lleven el pódcast para sus viajes o largos trayectos en carro. En el segundo, le apuntas a ganarte la atención del público justo antes de las fiestas de fin de año y le puedes apuntar a eventos en vivo o programación en festivales.
🌾Maduración. Julio - Septiembre.
Al regresar me concentré de nuevo en la escritura todo el verano. Escribí con la pulsión de recuperar el tiempo perdido. Me armé una rutina de atleta: escribir, desayunar, editar, almorzar, caminar, escribir.
Ya no era la motivación de comenzar el proyecto, ahora tenía que ser pura disciplina. Eso pensaba, pero la verdad me tardaba horas en dar el primer paso. Tenía ciclos de efervescencia - procastinación - autocomplacencia - frustración. Me iba a escribir a un lindo café toda la tarde y retocaba cada línea, regresaba a casa sin una idea nueva. Tardé un buen tiempo en darme cuenta de lo que estaba pasando. Perfeccionaba porque era más fácil que hablar de mi. Todo el tiempo dudaba que era y qué no era importante decir.
Y la verdad tenía mucho miedo. Miedo a no completarlo, a descepcionar, a lo que opinaran los demás, me daba miedo mostrar algo tan personal. En un mundo lleno de gente que hace podcasts espontáneamente yo daba vueltas en círculos porque estaba insegura. Me daba mucho miedo publicar algo flojo, malo, a medias. Creo que es un punto muerto al que llegan todos los proyectos personales.
El punto de quiebre fue a final de Julio, con el Episodio 2. Tenía una fecha pactada con Daniel Murcia (Diseñador de sonido) para entregarle el corte de voces y hasta 5 minutos antes de la reunión, seguí puliendo el guión y cambiando palabras. Llegué a la llamada con la entrega incompleta, no me siento nada orgullosa de eso. Fue el episodio más difícil de escribir porque fue el más vulnerable.
Ese día me di cuenta del nivel de autoexigencia al que me había sometido. Daniel y Laura me ayudaron a soltar. Mis colegas editoras: Angelina Mosher, NK Kelly, Maru y Lau me recordaron lo que había sembrado al iniciar el proyecto.
Tenía que afrontar el trabajo emocional de la escritura y confiar en el proceso. A fuerza de escribir, me di cuenta que no se trataba de hacerlo por las expectativas, que ser honesta y vulnerable era parte del carácter del proyecto. Y que del otro lado del miedo no había un enemigo que me cerrara el paso, ni una crítica horrible, ni una musa de la inspiración que solucionara todo.
Solo estaba yo, batallando mi perfeccionismo. Si seguía escribiendo, este proyecto soñado no iba a tener más remedio que ser un proyecto real. Y esa era el mayor triunfo de todo esto. Así que continué. Completé páginas, grabé mis voces, repetí el proceso y terminé mis episodios.
Mi gran aprendizaje:
La historia y el ejercicio de escribir son quienes llevan adelante la creación. No el afán de que la historia exista, no sobrepensar, a escribir solo se aprende escribiendo.
🏵️Cosecha. Septiembre en adelante.




Estrenamos en Septiembre y lanzamos un episodio nuevo cada tres semanas. Este es el fruto de un año de escritura.
Lo que empezó como un acto solitario de escritura ahora era es un obra compartida, con un equipo y una audiencia. En Noviembre lo presentamos en vivo en el Festival Sonar de México (aquí te cuento la experiencia). Conocí a mi audiencia, supe que mi historia tenía eco en otros, y eso es lo más importante. Ahora, el trabajo continúa: terminaremos de lanzar este podcast en Enero y lo llevaremos a quienes necesitan escucharlo.
El viaje creativo no termina con la publicación, sino con cada conexión que logra.

Gracias infinitas a mi equipo:
Asistencia de dirección y Motion Graphics: Nilsson Cajamarca.
Coordinación de Producción: Laura Hernández
Edición: Angelina Mosher, NK Kelly, Maru Lombardo y Laura Hernández.
Diseño de sonido y mezcla Atmos por Daniel Murcia
Asistencia: Juan David Sarmiento
Música original de Sebastián Izáciga de El Mad Tree.
Ilustración y dirección de arte de Laura Correal.
Estoy esperando con ganas que salgan esos dos últimos epis para escucharlos del tirón. Gracias por regalarnos estos aprendizajes, Laura. Y feliz Navidad.
Este fue el podcast que mas me gusto de todo el año. Siempre que salís a contar como lo armaron, me llevo unas notas para aplicar cosas luego.