
¡Feliz fin de semana!
Escribo con el sol en la cara viendo la lluvia en el horizonte de mi fría y querida Bogotá. Recién llegada del Festival Sonar de México, esta entrega de Escribir en Voz Alta viene cargada. Tengo dos recomendaciones, una invitación y una mirada a la escena independiente y narrativa de México.
Nota: Sus aportes pagos son fundamentales para mantener este espacio de escritura. ¡Gracias a Daniela Montenegro por ser mi nueva suscriptora paga!
Antes de comenzar, una invitación:
El próximo jueves 21 de Noviembre estaré dando un taller de pódcast en Bogotá con todas las cosas que quisiera haber sabido de la industria, el formato y el medio cuando comencé en esto. Quedan pocos cupos, así que ven a conocernos en persona o pásale esto a tu amig@ que está en Bogotá. Inscripciones por mensaje directo al instagram de Diáspora o al Whatsapp +57 3235956613.
Una oda a la decepción colectiva: El episodio 3 de Juventud Maldito Vacío:
¿Cómo va el corazón político partío? Hasta hoy sigo asimilando la derrota de Kamala Harris y la vuelta a la extrema derecha en varios países. Lo que más duele es lo estrecho que estuvo el márgen de diferencia.
Recuerdo un margen justo así, pero en 2016, cuando Colombia votó “Sí” o “No” al Acuerdo de Paz de la Habana. Fue un momento de vacío colectivo y ese justamente es el tema del tercer episodio de Juventud Maldito Vacío: De Madrugada.
Iba a ser un domingo como cualquier otro, yo estaba Al Aire en la radio nocturna cuando depronto… las líneas telefónicas comenzaron a parpadear. A solas, con la bocina del teléfono al oído y el micrófono encendido supe que debí haber visto las noticias.
Hay muchas cosas que me gustan de este episodio: la más importante es el cover de Sebastián Izáciga de “De Madrugada”, una canción que escribió Juanes cuando tenía su banda metalera Ekhymosis. Elevar esa canción con la voz de Sebastián y la narrativa de lo que viví esa noche es lo más bello de este episodio. Esta canción parece haber sido presagio para todo lo que vivimos, no dejes de escucharla en el episodio.
La segunda cosa más linda es el collage de voces que narra lo que pasaba fuera de la cabina, en la intimidad de cada casa, cuando se conocieron los resultados negativos de la votación. Esta narración coral tiene acentos de 5 regiones de Colombia y son voces de mis querid@s colegas del Café Podcastero. Escucharlos y reunirles en este retrato sonoro fue una labor muy bella para mí. Gracias colegas.
El tercer logro (que gané a fuerza de terquedad y escritura) fue presentar un balance entre mi historia personal y el momento generacional de un momento como este. Una noche en que toda mi generación le perdió la fe a la política. Tomó 18 versiones y tres años llegar a esto. La primera versión de esta historia nació en el Salt Institute, preparando mi pieza final del curso. Fue un domingo en la tarde en 2021, tenía más de 5 horas de audio de archivo que llamé “Diario de Madrugada” y componía notas de voz sobre mi rutina en las noches, sobre cumplir ese sueño de mi adolescencia y sobre todo lo que sentía al respecto. Las corté, transcribí, reorganicé y procesé más de cuatro veces. El tiempo se acababa y ese domingo en la tarde, le pedí a mi compañera de clase Emma Alabaster que me ayudara a entender “¿Qué importaba acaso contar una historia sobre mí?”
Me acuerdo de estar sentada en el sofá de la clase llorando de la frustración y mirando al techo, mientras hablaba con Emma.
—¿Hay alguna de esas noches donde cambió algo en especial? —recuerdo que me dijo
—Bueno, hay una…. pero no se la he contado a nadie porque es muy doloroso.
Acto seguido le conté toda la historia a Emma. Esa tarde salió de un tirón el guion, que resumí en inglés y amplié en español para este episodio de Juventud Maldito Vacío. De alguna forma, esta historia personal tomó una nueva importancia porque ocurrió durante un momento histórico y porque ofrece una ventana a lo que eran mis noches de radio y ese vacío colectivo del 3 de Octubre de 2016.
Ahora que sé que todo lo que pasó esa noche abrió un antes y después no solo para mí sino para mi generación.
Presentar estre episodio en vivo en el Festival SONAR fue la comprobación de que esta es una historia universal. Y que ojalá cure la decepción política.
Gracias a Emma. Sin ti, nada de esto hubiera comenzado. Y gracias a Nil, a Erick y a todo el equipo del Foro Área 51 por ayudarme a traer esta historia al escenario.

Un pódcast recomendado
Hablando de Juventud y Vacío, el pódcast de Las Cosmos me nutre y me inspira. No solo por ser liderado por Nuria Net, a quien admiro mucho, sino porque este capítulo con Luislo de la banda Çantamarta me puso a pensar mucho en todas las partecitas de Colombia que viven en quienes migran.
Este videopodcast presenta una serie de entrevistas sobre la identidad Cosmos, una generación de personas que han crecido en distintos países y llevan las nacionalidades a la par: son de aquí y de allá. Todos los episodios presentan a artistas de la diáspora latinoamericana. Excelente compañía.
Por último: ¡Que viva la producción independiente en México!

Al sur de Ciudad de México, en las montañas de Veracruz, nos encontramos en Xalapa, una ciudad pequeña pero llena de artes, actividades culturales y mucho amor por el audio.
Fueron cuatro días de conocer colegas y sentir que los conocía de toda la vida en el Festival Sonar. Como te había contado antes, la labor de quienes producen podcasts narrativos e independientes se hace más y más difícil de visibilizar en México y en esto, Victoria Estrada, Mitzi Pineda y Erick Yáñez crearon la excepción a la regla.
El festival reunió a más de 100 personas alrededor de paneles, tres shows en vivo, talleres, una sesión de pitches y la primera edición de los Premios SONAR. Les pregunté a las organizadoras por sus conclusiones al cierre del festival y esto me dijeron.
Victoria:
“Creo que en México la gente hace pódcast desde su casa y no se encuentra. Yo quería crear este espacio para vernos las caras, encontrarnos y conectar. No sabíamos quién iba a responder, pero vino mucha gente y no me la creía, estaba sorprendida, fue muy chido. Tuvimos en tres días casi 20 actividades, más de 30 invitados y 150 personas en el registro”.
Erick:
“Es muy metafórico que el festival se llame SONAR: lanzamos una señal para localizarnos en medio de la oscuridad, por medio del sonido, y lo logramos. No es arriesgado decir que superó nuestras expectativas. (…) Los pódcasts narrativos en general ya encontraron un mercado en el público mexicano, pero la oferta está concentrada en las producciones grandes. La escena independiente en específico se sigue gestando. Nuestra misión es acelerar ese proceso”.
Mitzi
“Esta es una iniciativa que tenía que suceder YA. Sé que la mayoría de personas que trabajamos en lo creativo siempre intentamos perfeccionar y mejorar lo que hacemos pero hay momentos en que las cosas se tienen que soltar, se tienen que mostrar y se tienen que compartir. SONAR necesitaba salir (…) Esta idea de Victoria creo que había que ponerla sobre la mesa. Aquí está, ya salió, ya existe y tenemos mucho entusiasmo en que siga existiendo”.
No fue solo un festival de hablar, sino también de escucharse. El Encuentro SONAR fue un espacio en la tarde del segundo día donde l@s asistentes al festival pensaron en sus necesidades y posibles soluciones para atenderlas. Suhayla Bazbaz, que lo moderó, me compartió unas primeras conclusiones:
La comunidad de podcasters quiere cooperar y compartir sus procesos y secretos de producción.
Hay un fuerte deseo de profesionalizarse, de vivir de esto. Para ello resulta fundamental crear una lista de tarifas y un directorio de posibles fuentes de financiación.
Hay un interés por apelar a fuentes de recursos públicos en México como los apoyos a la cultura en el marco del tratado de libre comercio de Estados Unidos, Canadá y México. Esta idea fue plantada por Micro Hernández.
También se habló de una necesidad de leyes para promover la producción y de asesoría legal para las producciones.
Suhayla sistematizará los resultados del Encuentro y compartirá un resumen más completo. Mis momentos favoritos:
Delirios crónicos (Ganador del Premio Sonar) y CUIR en vivo.
El taller de guión de Álvaro Mora, guionista de Todopoderosos.
El taller de historias de David Trujillo, de Radio Ambulante.
La sesión de pitches con un jurado de líderes (todas mujeres), que fue espectacular.
Descubrir el trabajo de ficciones en audio de Elena Bazán (Editorial Audiolibre) y Gabriela Bautista.
Los pódcasts narrativos Autonomías, Archipiélago y Las Mujeres Valientes.
El mejor momento del festival fue ver en persona a mis colegas, a oyentes y a muchachas que sin saberlo, me siguen hace años. Les llevo en el corazón, cargada de energía para seguir en este camino.
Falta una cosa: El Premio Aural, una iniciativa a nivel regional. Más sobre esto en la próxima edición de Escribir en Voz Alta.